“La integración económica de la Unión Europea no ha sido buena para la igualdad salarial”

Hablamos con Maarten Keune, profesor de Seguridad Social y Relaciones Laborales de la Universidad de Amsterdam, sobre negociación colectiva en Europa y su impacto sobre la desigualdad de salarios

Por LAURA VILLADIEGO

La negociación colectiva es una de las principales herramientas para asegurar una mayor igualdad salarial. Pero esta relación tiene muchas aristas. Su evolución ha sido además dispar en los diferentes países europeos a pesar de que las políticas de Bruselas han afectado a todos ellos. Y, aunque durante varias décadas esas políticas no beneficiaron a la negociación colectiva, en los últimos años se ha dado un giro de guión. Hablamos con Maarten Keune, profesor de Seguridad Social y Relaciones Laborales de la Universidad de Amsterdam, sobre estas aristas y sobre la historia de la negociación colectiva y su relación con la desigualdad salarial en Europa.

¿Cuál es el papel del poder de negociación sobre la participación salarial en general en Europa?

Creo que la parte más importante es decidir primero qué tipo de desigualdad analizamos. La desigualdad salarial se puede dividir en dos tipos. Está la desigualdad de salarios entre los mismos trabajadores, o la participación salarial, es decir, entre capital y trabajo. Creo que ese es el primer tipo de división que uno tiene que hacer. Y luego, en cuanto a la relación entre desigualdad y la negociación colectiva, creo que lo más importante a considerar es, en primer lugar, la cobertura de la negociación colectiva, al menos a nivel macro, ya que es más importante que el poder sindical. Por lo tanto, hay una relación más clara entre cobertura y desigualdad de ingresos entre capital y trabajo y entre trabajadores, que entre poder sindical y las dos formas de desigualdad.

Por otra parte, tener una buena cobertura está muy bien, pero no es suficiente. Aunque tengas una cobertura muy alta, aún dependemos de cuál sea el poder de negociación. Entonces, el segundo paso es que una cobertura alta es mejor que una cobertura baja, pero una cobertura alta con un poder fuerte de negociación es mejor que una cobertura alta con un poder de negociación bajo.

Y luego creo que el tercer paso es qué quieren los sindicatos. Porque los sindicatos no sólo negocian sobre salarios. También negocian sobre muchas otras cosas, sobre el tiempo, sobre las vacaciones, sobre las pensiones, sobre la salud. Entonces, tal vez el poder de negociación y la cobertura no se traduzcan en salarios sino en otras cosas que también son beneficiosas para los trabajadores. Aunque si la negociación no resulta en mejores salarios, en general no estás contento. Pero a veces puedes explicarlo porque es reemplazado o compensado por otra cosa. Además, no todos los sindicatos tienen los mismos objetivos, algunos defienden más claramente los intereses de los trabajadores mientras otros están más cerca de los intereses de las empresas.

¿Qué ejemplos se pueden ver en Europa de esta relación entre negociación colectiva y desigualdad salarial?

Si nos fijamos en mi propio país (Países Bajos), tradicionalmente tenemos una cobertura bastante alta de la negociación colectiva. Pero no nos está yendo muy bien en cuanto a la participación salarial. Y eso se debe a que tenemos poco poder de negociación y también a que si miramos lo que quieren los sindicatos, los sindicatos holandeses durante mucho tiempo se adhirieron al discurso de que la moderación salarial es buena para la economía y lo que es bueno para la economía es bueno para el trabajador. Y durante muchos años esa fue la ideología holandesa que, en cierto modo, compartían ampliamente sindicatos y empleadores. Y creo que fue solo desde 2013 o 2015 que el sindicato más grande, al menos aquí, dijo: ahora queremos más, ahora queremos nuestra parte justa de los salarios. Entonces eso realmente cambió esto. Esto demuestra que lo que quieren los sindicatos también es importante. Y sus ideas sobre lo que es bueno y malo, lo que es útil y lo que no, influyen. Y si luego miras, en el otro lado, a los países nórdicos, tienen una alta cobertura y un gran poder de negociación, lo que se traduce en una elevada proporción de los salarios.

Hablas de casos en los que se puede tener una alta cobertura y desigualdad salarial ¿Es lo que está ocurriendo en España?

Sí, pero creo que en España hay algo extra debido a la crisis financiera. Tuvisteis un golpe enorme en las instituciones y creo que tanto el gobierno como las organizaciones internacionales han desempeñado un papel adicional en esto. La participación salarial en España realmente cayó de manera muy dramática durante la crisis financiera, por lo que había una cobertura alta pero con un poder de negociación relativamente bajo. Y luego se dio también un ataque a las instituciones del sistema de negociación. Fue como en Grecia, Portugal, y sobre todo en Irlanda, donde básicamente todo el sistema de negociación colectiva fue destruido y la participación salarial se desplomó de manera muy dramática.

¿Cómo calificaría la situación de la negociación colectiva en Europa?

No hay una sola respuesta a esa pregunta porque hay grandes diferencias entre un país como España y Suecia, o entre Irlanda y Bélgica. Lo que sí creo que está claro es que la integración de la economía europea, tal como se ha hecho en los últimos 60 años, no ha sido bueno para la igualdad y la desigualdad ha aumentado debido a que las instituciones que se crean para crear el mercado único son instituciones que favorecen al capital y a su posición negociadora. Y que en ese proceso los sindicatos y los trabajadores han sufrido allí. Han estado del lado perdedor. En algunos casos, las instituciones nacionales amortiguaron esta influencia, pero creo que en general podemos decir que no ha sido bueno para la desigualdad ni para los sindicatos ni para los trabajadores.

Al mismo tiempo, creo que desde hace 5-6 años estamos en una situación diferente. Creo que se aprendieron algunas lecciones de la crisis financiera, especialmente por parte de la UE porque en países como Irlanda, Grecia y Portugal, la UE insistió mucho en la descentralización de la negociación colectiva, el debilitamiento del poder sindical y la reducción de los salarios mínimos.

Y ahora la UE está promoviendo una mayor negociación colectiva, no sólo de forma discursiva, sino también mediante varias directivas y leyes de la UE donde dicen a los Estados miembros que la negociación colectiva es buena, especialmente la directiva sobre salario mínimo adecuado, y ahí es donde la UE establece el estándar de cobertura de negociación colectiva del 80% que todos los países de la UE deberían lograr. Lo cual es un cambio sorprendente con respecto a 10 años antes, Antes parecía que la negociación colectiva era mala para la economía, mala para todo, y ahora, de repente, la negociación colectiva es buena. Y además la cobertura tiene que ser alta.

La UE también está introduciendo algunos cambios, algunas leyes para que los trabajadores autónomos puedan acogerse a los convenios colectivos o negociar ellos mismos de una forma u otra. Hay un conjunto completamente nuevo de directivas de la UE que intenta proteger a los trabajadores más marginales en los mercados laborales. Pero el mercado único continúa y la presión sobre los salarios sigue ahí, pero está siendo compensada al menos un poco con alguna legislación social. Todavía tenemos que ver cómo resulta esto, qué tipo de efecto tiene realmente.

Pero si nos fijamos en los países de forma individual, en la mayoría de los países las noticias no son buenas. No creo que haya ningún país en la UE que esté aumentando sustancialmente la cobertura de la negociación. Y hay países donde la cobertura está disminuyendo considerablemente. El más dramático probablemente sea Alemania, que solía ser una especie de ejemplo clásico de alta cobertura de negociación y ahora está en torno al 50%. Y los empresarios simplemente están abandonando masivamente a las organizaciones empresariales. Y esto es también un signo de debilidad de los sindicatos porque los motivos tradicionales por los que los empleadores se unían a una patronal y participaban en la negociación colectiva sectorial era tener lo que llamamos paz laboral. Para no tener huelgas, o problemas con sus trabajadores o los sindicatos. Hoy en día los empresarios dicen que de todos modos no tienen problemas con ellos, porque son demasiado débiles, así que no les importa. Y eso es un gran cambio en países como Países Bajos o Alemania.

En los sectores que más están creciendo, como las TIC, hay bajos índices de sindicalización ¿Crees que esta es una de las razones principales, también, detrás de la debilidad de la negociación colectiva?

En sectores como las TIC nunca ha habido mucha cobertura. La cuestión es que estos sectores están creciendo y que su peso relativo en las economías nacionales está aumentando. Por lo tanto, tienen un efecto en la cobertura porque creo que en la mayoría de los países, los sectores donde hay menos cobertura de negociación colectiva son los sectores que están creciendo. Pero en otros sectores es una cuestión de tipos de trabajo flexibles. Cuanto mayor es la proporción de trabajo flexible, trabajo en plataformas y autónomos, menor es la cobertura. Porque son trabajadores que son muy difíciles de organizar, muy difíciles de cubrir bajo convenios colectivos.

Has mencionado que ha habido cierto cambio de posición por parte de la UE en los últimos años. ¿Qué crees que puede pasar en las próximas elecciones?

La UE es una institución curiosa. Y en muchas áreas no tienen mucho poder legislativo. Pero son muy, muy fuertes a la hora de fijar el discurso. Y creo que si queremos un cambio real en la negociación colectiva, en mi opinión, debemos mirar primero a los gobiernos nacionales. Y la manera de convencerlos de ello es posiblemente a través de la UE. Y si en los próximos años la UE continúa en esta línea de que en realidad los trabajadores son importantes, que en realidad los sindicatos son importantes, que los convenios colectivos son importantes, creo que tenemos oportunidades reales de lograr un cambio en varios países. También porque, en términos políticos, la mayoría de los Estados miembros, está girando hacia la derecha. En la mayoría de las elecciones y especialmente en las próximas, las expectativas son realmente sombrías. Entonces, desde el nivel nacional en primera instancia, no veo demasiadas esperanzas para los sindicatos en el sentido de que creo que han intentado de muchas maneras volver a ser más fuertes y no han encontrado mucho. Ha habido pocos éxitos en este sentido. Así que esperemos que continúe y crezca el apoyo Europeo a la causa sindical.


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