Aunque la mayoría de los productos culturales olvida la dimensión laboral, algunas obras gráficas han reflejado el importante papel del empleo en nuestras vidas
MAYKA MUÑOZ
Pasamos trabajando en un empleo asalariado de media un tercio de la jornada diaria; sin embargo, la mayoría de los productos culturales no lo incluye en su repertorio de temáticas. La novela social no está de moda, aunque después de la crisis de 2008 destacaron algunas obras, al igual que en el cine, sobre todo británico y francés. Entre los escritores podemos destacar a Rafael Chirbes, Isaac Rosa o Juan Francisco Ferré. Entre los y las cineastas europeos a Ken Loach, Stéphane Brizé, Jeanne Herry, Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne. Ahora bien, dentro de este amplio abanico que nos abre el concepto social, si nos circunscribimos al mundo del trabajo y de las reivindicaciones laborales, encontramos aún menos producción. Sin embargo, he encontrado una serie de cómics o novelas gráficas que, sin pretender ser exhaustiva, nos acerca a la vida de los trabajadores y las trabajadoras de distintas épocas y en distintos sectores. Algunas de estas publicaciones tienen un carácter más reivindicativo y otras más narrativo, pero todas tienen al empleo asalariado, o su falta, o las condiciones laborales, como protagonistas fundamentales de estos relatos. Una característica de este medio es que además del relato, el dibujo y el color acompañan la historia y también que puede ser una herramienta para que la gente más joven pueda acercarse a conocer la realidad laboral y sindical desde un enfoque más personal.
Frente a la idea generalizada que tenemos de los cómic, centrados en los superhéroes o los Mortadelos, en estas páginas vamos a presentar una selección de novelas gráficas sociales que pueden aportar mucho a la reflexión sobre el mundo del trabajo en la actualidad….. y además entretener.
Empezamos con un primer grupo de publicaciones cuyo eje central es el trabajo, tanto desde un punto descriptivo como más reivindicativo:
La gente honrada (GIBRAT y DURIEUX, Norma, 2019). El protagonista es un respetable empleado de clase media, padre de familia, divorciado, en la cincuentena, que es despedido de un día para otro de su trabajo. Se queda sin empleo, sin indemnización y sin casa, porque era también propiedad de la empresa. Ante este desastre, el protagonista se paraliza y cae en el alcoholismo. Sin embargo, al contrario que en Cuando el trabajo mata, que analizaré después, el relato es amable, hay esperanza y optimismo ante el futuro en todo el tomo. El protagonista cuenta con el apoyo de la familia y de amigos que va encontrando por su camino, en el que va ejerciendo distintos empleos hasta que se estabiliza: albañil, camarero, peluquero en los trayectos del TGV y, finalmente, dueño de una librería y un viñedo. Es más reivindicativo social que sindical o políticamente, insistiendo en el mensaje de que podemos cambiar nuestras vidas, que el modelo único neoliberal no es necesariamente el que nos va a llevar al éxito y a la felicidad.
Shenzen (Guy DELISLE, Atisberri, 2019) Es el relato de un viaje de trabajo de tres meses de un director de animación al estudio que la empresa ha externalizado en China, en la ciudad de Shenzen. Esta ciudad se configura como el epítome del capitalismo chino, la gran fábrica del mundo. A través de estas páginas el autor nos muestra su vida de occidental en este mundo extraño, sobre todo describe la comida y la vida cotidiana, así como el día a día en el trabajo. Se ha externalizado la producción de series de dibujos animados pero tienen que enviar a profesionales occidentales para solucionar los problemas, que son muchos, puesto que se ha priorizado la bajada de costes laborales a la profesionalidad.
Todo bajo el sol (Ana PENYAS, Salamandra, 2021). Este volumen retrata la evolución de un pueblo de la costa levantina desde 1969 hasta 2019. Acompañamos al protagonista a lo largo de una vida en la que la huerta y el mundo rural van cambiando a través del turismo hasta la gentrificación. En este contexto el empleo en la hostelería y en las labores que acompañan al turismo será un protagonista más en las vicisitudes de una familia modelo. Empieza el camarero que aprende a tratar a los turistas extranjeros en los primeros hoteles, sigue con el boom de la construcción, donde trabaja un hijo, y destaca también la sustitución de la mano de obra en el campo por emigrantes, así como en la limpieza a domicilio. Las hijas, una tiene trabajos precarios relacionados con el turismo y la otra, que emigró al extranjero, trabaja en un estudio de arquitectura. En toda la obra se va relacionando el espacio geográfico, en transición del rural al urbano, con el proceso de turistificación y los trabajos que se abandonan y los que se inician.
El invierno del dibujante (Paco ROCA, Atisberri, 2013). Este es un metacómic y un homenaje pues trata de una parte de la historia de los tebeos en nuestro país que tiene que ver con la experiencia laboral de los historietistas, que nunca ha sido muy buena. En este caso el autor nos cuenta cómo los dibujantes de la editorial Bruguera durante el franquismo era explotados por la dirección, eran “obreros de la viñeta”. Entonces, cuatro de los principales dibujantes de cómic de este país intentaron crear una publicación por su cuenta para ser propietarios de su propio trabajo. No lo consiguieron porque no luchaban en igualdad de condiciones con la poderosa Bruguera, pero lo intentaron.
Cuando el trabajo mata (Grégory MARDON, Hubert PROLONGEAU y Arnaud DELALANDE, Garbuix Books, 2022). Es el asesinato de un sueño, de una ilusión, la del hijo de unos emigrantes españoles en Francia que quiere construir coches. También la de una manera de entender el trabajo basada en el conocimiento, la relación entre compañeros, el esfuerzo, el trabajo bien hecho, la meritocracia. El protagonista es un ingeniero en una empresa de automoción. A través de estas páginas asistimos a su proceso de deshumanización que acaba en suicidio debido a su responsabilidad con lo que hace, con la empresa y con el resto de compañeros. Vemos el proceso de optimización de recursos que lleva a recortes de salarios, a la deslocalización. El afán por crecer de la empresa y ser la número uno sin tener en cuenta los costes personales y profesionales de los empleados (en masculino, porque salvo una jefa, todos los que aparecen son varones). En un relato que va “in crescendo” en tensión conforme van apareciendo la nueva generación de jefes, que ya no saben de producción sino que son “hijos de papá” procedentes de escuelas de negocios. En el departamento de recursos [in]humanos se exige a los empleados que realicen tareas para las que no han recibido la formación adecuada, y que luego formen a sus equipos; o que cambien a secciones donde no tienen experiencia o esta no se valora. Empieza a pesar el miedo a las valoraciones por objetivos, individualizadas. Paralelamente somos testigos del progresivo deterioro del protagonista, de la relación matrimonial y familiar: la conciliación no existe (al igual que en La gente honrada). El trabajo va ocupando toda la vida del protagonista, un trabajo que ya no le ilusiona porque está desconectado de su fin último, ya no ve los coches que diseña. Tampoco hay reivindicaciones laborales en este nivel de jerarquía, no hay sindicatos. Estos son para los obreros manuales. Este es el cómic más duro de toda la selección, porque el final es un suicidio por causas laborales. Está basado en las historias reales que sucedieron en Francia, en la fábrica Renault y en France Telecom en los años 2006, 2008, 2009 y 2013 a 2017. La esperanza que trasmiten sus últimas páginas es que este caso sirvió para sentar jurisprudencia en el país vecino y que quedara constatado que la empresa cometió una “falta inexcusable” que produjo el suicidio del trabajador.
La lucha sindical en viñetas
He agrupado en un segundo grupo las obras en la que las reivindicaciones sindicales ocupan un papel importante en el desarrollo de las tramas, lo que permite abrir una brecha en la explotación capitalista y ofrecer cierta esperanza ante el futuro laboral.
Entretelas (Rubén del RINCÓN, La Cúpula, 2012). Estamos en 1982. El autor, junto a su hermano, narra la vida y lucha de su padre y sus compañeros para sobrevivir al cierre de su fábrica, una empresa de estampación de tejidos, y cómo la convierten en una cooperativa. Con un dibujo realista y muy expresivo nos hablan de los barrios obreros de Barcelona, de las dificultades para conseguir empleo en una época de crisis, de las limitaciones en esos años del seguro de desempleo y las trabas burocráticas que existían para conseguirlo. También, de cómo las mujeres sostenían a las familias con sus empleos precarios cuando los varones estaban en el paro, de la solidaridad de la familia y los compañeros de trabajo. Sobre todo, asistimos al desmantelamiento de una fábrica que tiene futuro, pero que va a subasta para que los chatarreros se queden con la maquinaria. Finalmente los trabajadores logran quedarse con la fábrica y organizar una cooperativa. En el epílogo nos cuentan que tras 25 años, la empresa se vende y los socios/trabajadores cobran sus acciones. Gracias al dinero que reciben sus padres, el autor podrá completar este proyecto, pues el trabajo de dibujante es también muy precario.
Esclavos del trabajo (Daria BOGDANSKA, Atisberri, 2018). Esta historia nace de la propia experiencia de la autora, una emigrante polaca en Suecia, que quiere hacer algo con su vida y se inscribe en una escuela de cómics. Como todo es muy caro, necesita un trabajo, pero no tiene papeles y para obtenerlos se encuentra con muchas trabas burocráticas. Entonces no le queda otra opción de acudir a las redes informales de los emigrantes y encuentra trabajo en un restaurante indio, que explota a sus compatriotas emigrantes, principalmente. Las jornadas son agotadoras, el salario exiguo, no tienen contrato ni papeles, no tienen ningún derecho laboral. A partir de la toma de conciencia de su situación entra en contacto con un sindicato sueco y una periodista, gracias a los cuales denuncia la situación en la que sobreviven. Intenta organizar a sus compañeros y compañeras, pero el miedo los atenaza. Finalmente, se enfrenta a su jefe y al menos consigue una indemnización y también que algunos compañeros tomen conciencia de su situación y decidan afiliarse a un sindicato.
El último grupo de novelas gráficas tienen un tinte de recuperación de la historia de la clase obrera. En los últimos años asistimos a una proliferación de adaptaciones al cómic de episodios históricos o biográficos con un enfoque didáctico. No sé si se pueden incluir las obras seleccionadas en esa corriente, puesto que destacan por centrarse en la recuperación de la memoria histórica de colectivos o poblaciones con una historia reivindicativa muy fuerte, en ocasiones vinculada a las vivencias de los propios autores.
¡O todos o ninguno! Historias de las Comisiones Obreras (Ponent Mon/La Catarata, 2021). Este volumen incluye siete historias narradas y dibujadas por distintos autores y autoras pero con una línea argumental clara: el relato de momentos importantes de la lucha obrera en España vinculados al sindicato Comisiones Obreras. Nos encontramos con las luchas mineras de los años cincuenta y sesenta, pero también con las nuevas situaciones laborales precarias representadas por el personal sanitario durante la pandemia de COVID19 y los “riders”. Se presentan ante nuestras miradas hombres y mujeres luchadores y solidarios en unos relatos que destacan la esperanza frente al derrotismo, gracias a la lucha colectiva, como en el caso del encierro de las mujeres de los trabajadores de Motor Ibérica. También se incluyen dos hechos fundamentales para el devenir de la democracia: el asesinato de los abogados laboralistas en su despacho de la calle Atocha de Madrid, en 1977; y la huelga general del 14 de diciembre de 1988. Historia con proyección en el futuro es la mejor definición que se puede hacer de esta publicación.
Al hilo de esta publicación me gustaría mencionar el proyecto que se está llevando a cabo en el espacio de la Fundación Cipriano García de la CONC con el nombre de CCOOmics, desde el año 2017. Este es un proyecto de creación artística dirigido por el sindicato CCOO de Cataluña. Participa el alumnado de los ciclos artísticos de Cómic e Ilustración elaborando una historieta de cómic social mediante distintas prácticas no laborales curriculares que se realizan periódicamente en la sede del sindicato y combinan sesiones colectivas y conferencias formativas con profesionales del medio. El alma de este proyecto es Pepe Gálvez, guionista de cómic, que también participa en ¡O todos o ninguno! De esta manera se pone de manifiesto el interés que este medio puede tener para acercar a la juventud al mundo sindical.
Fourmies la Roja (Alex W. INKER, Ponent Mon/La Catarata, 2021) 1º de Mayo de 1891, Fourmies. Los obreros y obreras textiles van a celebrar el 1º de Mayo con la reivindicación de la jornada laboral de ocho horas. Los patrones deciden que ese día se trabaja y llaman a Ejército para que acuda a la localidad, en previsión de problemas, aunque será este el que los genere. Los trabajadores y las trabajadoras en huelga irán a las fábricas para que se unan sus compañeros y compañeras. En una de ellas se produce una revuelta y las fuerzas del orden realizan varias detenciones. Se exige la liberación de todos los detenidos y se presiona al Ayuntamiento. Los trabajadores y las trabajadoras apoyaban al Ejército y no esperaban que fuera a disparar contra hermanos y hermanas franceses. Sin embargo, lo hacen. Hay nueve muertos, cuatro de ellos mujeres. El autor quiso con esta obra homenajear a toda su familia, que había trabajado desde siempre en una fábrica textil de Fourmies.
Cuando el trabajo mata (Grégory MARDON, Hubert PROLONGEAU y Arnaud DELALANDE, Garbuix Books, 2022). Es el asesinato de un sueño, de una ilusión, la del hijo de unos emigrantes españoles en Francia que quiere construir coches. También la de una manera de entender el trabajo basada en el conocimiento, la relación entre compañeros, el esfuerzo, el trabajo bien hecho, la meritocracia. El protagonista es un ingeniero en una empresa de automoción. A través de estas páginas asistimos a su proceso de deshumanización que acaba en suicidio debido a su responsabilidad con lo que hace, con la empresa y con el resto de compañeros. Vemos el proceso de optimización de recursos que lleva a recortes de salarios, a la deslocalización. El afán por crecer de la empresa y ser la número uno sin tener en cuenta los costes personales y profesionales de los empleados (en masculino, porque salvo una jefa, todos los que aparecen son varones). En un relato que va “in crescendo” en tensión conforme van apareciendo la nueva generación de jefes, que ya no saben de producción sino que son “hijos de papá” procedentes de escuelas de negocios. En el departamento de recursos [in]humanos se exige a los empleados que realicen tareas para las que no han recibido la formación adecuada, y que luego formen a sus equipos; o que cambien a secciones donde no tienen experiencia o esta no se valora. Empieza a pesar el miedo a las valoraciones por objetivos, individualizadas. Paralelamente somos testigos del progresivo deterioro del protagonista, de la relación matrimonial y familiar: la conciliación no existe (al igual que en La gente honrada). El trabajo va ocupando toda la vida del protagonista, un trabajo que ya no le ilusiona porque está desconectado de su fin último, ya no ve los coches que diseña. Tampoco hay reivindicaciones laborales en este nivel de jerarquía, no hay sindicatos. Estos son para los obreros manuales. Este es el cómic más duro de toda la selección, porque el final es un suicidio por causas laborales. Está basado en las historias reales que sucedieron en Francia, en la fábrica Renault y en France Telecom en los años 2006, 2008, 2009 y 2013 a 2017. La esperanza que trasmiten sus últimas páginas es que este caso sirvió para sentar jurisprudencia en el país vecino y que quedara constatado que la empresa cometió una “falta inexcusable” que produjo el suicidio del trabajador.
La Balada del Norte (Alfonso ZAPICO, volumen 1 de 4, Atisberri, 2021). He querido cerrar esta selección con una historia enorme y fabulosa sobre la Revolución de Asturias de 1934, cuyo último volumen acaba de publicarse. Es esta una historia y memoria obrera impresa en páginas gruesas, bastas, con un dibujo en tonos grises, como el cielo asturiano entre la bruma y el humo del carbón y las fábricas. En este primer volumen se relatan los prolegómenos de la revolución, hasta su inicio el 5 de octubre de 1934, por lo que muestra el tema que nos interesa en este artículo: el mundo del trabajo. En este caso, el de las minas de carbón, donde trabajan y mueren los mineros asturianos por un mísero jornal. También nos acerca al trabajo de las mujeres fuera de las minas, en los lavaderos de mineral, y luego en las casas, cuidando de los animales y del huerto. Y en el prostíbulo, y sirviendo en la casa del Marqués, y en el hospedaje, y en el bar/tienda de ultramarinos. El autor es minucioso y detallista en la descripción de las condiciones laborales en los pozos mineros y en cómo los dueños aprietan a los trabajadores porque no tienen beneficios “suficientes”. Se presentan así los personajes de la lucha de clases que estalla en la Revolución de Asturias y que fue terriblemente reprimida.
Esta selección no es exhaustiva, han quedado por el camino cómics fundamentales como La mala gente, Ha muerto un hombre o Puta fábrica. No obstante, espero que este artículo sirva para conocer lo que el cómic puede hacer para narrar la vida de las clases trabajadoras y sus luchas.
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