El antifeminismo se está convirtiendo en un activo importante en la movilización del voto. El último en utilizarlo ha sido el controvertido Alvise Pérez
Por MAYKA MUÑOZ RUIZ. Investigadora de la Fundación 1º de Mayo
Las últimas elecciones al Parlamento Europeo en España tuvieron un protagonista singular, “Se Acabó la Fiesta”, una agrupación de electores encabezada por Alvise Pérez, que ha utilizado fundamentalmente las redes sociales para difundir su mensaje y conseguir más de 800.000 votos y tres eurodiputados. Muchos de sus votantes habían sido seguidores de VOX, lo que no nos puede extrañar, puesto que su ideología de extrema derecha es muy similar. Pero Alvise, ahora en medio de una polémica por cobrar 100.000€ sin factura de un empresario de las criptomonedas denunciado por estafa, plantea que VOX se ha vendido al “sistema” y ya no es el partido rompedor que fue en su momento, por lo que él se va a erigir en el nuevo adalid de la ciudadanía contra la corrupción política. Su negación de la “política tradicional” es muy curiosa puesto que su trabajo conocido ha sido el de asesor político, primero de UPyD y después de Ciudadanos. Por otro lado, cuenta con un buen manejo de la cultura Pop, como la simbología inscrita en la máscara de “V de Vendetta”, que ha utilizado en su logotipo electoral, que representa la resistencia contra la tiranía. En esta lucha contra lo que entiende como sociedad liberal, entronca con Milei en su alegato antisistema, pero pervierte el significado original de los símbolos y las palabras, como también realizó con mucho éxito el Franquismo. Por otra parte, comparte discursos y bulos con el movimiento de ultraderecha global, lo que Steven Forti ha llamado las extremas derechas 2.0.
Según los datos publicados en los medios de comunicación, en las elecciones al Parlamento Europeo obtuvo el mayor porcentaje de votos en Andalucía, Murcia, Valencia y Cantabria, destacando en algunas provincias como Ceuta, Málaga, Las Palmas o Guadalajara. Respecto a otras variables, tal y como se ha analizado en algunas publicaciones, sus mayores seguidores se encuentran en las ciudades de entre 50.000 y 100.000 habitantes, y son mayoritariamente hombres jóvenes, menores de 35 años y que se autodefinen ideológicamente como de derechas.
Alvise se presenta ante sus seguidores como rebelde y antisistema, en línea con la ultraderecha patria, que defiende la existencia de una hegemonía social de la izquierda, ejemplificada en España por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, pero en la que también tiene un papel determinante el feminismo. Podemos suponer que muchos de sus votantes están de acuerdo con el antifeminismo militante de la “manosfera”, que considera que el feminismo es la ideología dominante en la actualidad, una ideología que, según ellos, conlleva una pérdida de derechos para los varones frente a las mujeres. Los más “moderados” consideran que el feminismo actual ya no busca la igualdad, sino que las mujeres estén por encima de los hombres, dar una “vuelta a la tortilla”, lo que evidencia que ellos mismos son conscientes de que históricamente las mujeres han estado en una situación de inferioridad respecto de los varones. Pero también que es una situación que nunca les ha preocupado excesivamente. En esta línea, Alvise mantiene fuertes vínculos con Hazte Oir, asociación ultracatólica, participa en sus campañas contra el aborto y los derechos reproductivos de las mujeres y, en general, contra los derechos de las mujeres, haciendo pasar por subversivas las tradicionales ideas hegemónicas sobre los roles de género en la sociedad.
En todo el arco ultraderechista el feminismo forma parte del núcleo central de sus ataques y el antifeminismo se está convirtiendo en un activo importante en la movilización del voto. Este antifeminismo surge de la frustración de muchos hombres que se presentan como víctimas del sistema, por culpa del cual no pueden afirmar su masculinidad como lo hacían sus padres, siendo los cabezas de familia arquetípicos de los años 50 y 60, los sustentadores de una familia tradicional y patriarcal donde los roles de género estaban bien definidos. Considero importante este argumento puesto que es central en las ideas que se transmiten por las redes sociales en lo que se ha denominado “manosfera”, así como en las comunidades “incel”.
El sexo es también importante para la ultra derecha 2.0., donde destacan las comunidades “incel/MGTOW”, que se definen como involuntariamente célibes porque las mujeres han sido corrompidas por el feminismo. Ahora bien, más allá de la frustración sexual, lo que ponen de manifiesto recientes investigaciones es que éstos también aspiran a reproducir el modelo de masculinidad de esposo y padre de familia tradicional. No quieren solo sexo, quieren afirmar su identidad masculina sobre las mujeres y los/as hijos/as, y creen que no lo consiguen por culpa de las feministas.
Las redes sociales tienen una gran influencia en la juventud, es algo que no se puede soslayar, y en algunos casos la “manosfera” está cubriendo un vacío emocional en jóvenes que se sienten víctimas de un orden social, que consideran, beneficia a las mujeres.
El problema radica en que muchos varones, jóvenes y adolescentes, no conocen, o no quieren conocer, que el patriarcado, el machismo y la desigualdad histórica de las mujeres es lo hegemónico, ese es el “sistema”. Por el contrario, perciben el acceso de las mujeres a los derechos y a la igualdad como pérdida de privilegios. Lo cual, en cierto modo es cierto, pues cuando se parte de un contexto de desigualdad, los que se benefician de los privilegios deben ceder algunos para poder alcanzar esa igualdad. En nuestro caso los privilegios se centran en el acceso al poder tradicional, tanto económico como político y social. Ahora bien, en lo que se debería insistir es en que los varones también han perdido y pierden muchos beneficios por mantener el sistema patriarcal, sobre todo en lo que se refiere a la imposición de las masculinidades tóxicas, vertebradas en torno a la violencia, hacia los otros y hacia uno mismo. La sobrepresencia de varones en trabajos peligrosos, los índices de suicidio, los problemas de salud física y mental atribuidos a los mandatos de género, como el abuso de alcohol y drogas o las limitaciones a la hora de expresar sentimientos, también son consecuencia del machismo sistémico presente en nuestras sociedades.
El feminismo ha hecho un gran esfuerzo a lo largo de décadas para alcanzar la igualdad entre varones y mujeres, pero desde la otra parte este esfuerzo ha sido menor. Aún así, las extremas derechas que ahora están en auge han visto estos avances como ataques a su concepción de la familia y de la sociedad, y están luchando contra ellos. Esta contraofensiva está teniendo ya consecuencias en las políticas públicas, como se está viendo en las comunidades autónomas donde VOX ha llegado a las instituciones de la mano del PP.
Si los resultados de las últimas elecciones europeas nos están diciendo que las extremas derechas se están haciendo más fuertes, es fundamental conocer qué está motivando a sus votantes y por lo que parece, el antifeminismo es uno de sus motores. En este contexto se hace necesario luchar contra los relatos de la “manosfera” y de sus voceros en los medios de comunicación y hacer pedagogía de la igualdad entre la juventud.
BIBLIOGRAFÍA
Jessica FILLOL: Comunidades incel/MGTOW en España: más allá de la frustración sexual
Reproducción social de la misoginia a través de la manosfera de extrema derecha, TFG, UOC, 2024.
Steven FORTI (ed.): Mitos y cuentos de la extrema derecha, La Catarata/Fundación 1º de Mayo, 2023.
E. GARCÍA-MINGO, y S. DÍAZ FERNÁNDEZ: Jóvenes en la Manosfera. Influencia de la misoginia digital en la percepción que tienen los hombres jóvenes de la violencia sexual, Madrid, Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, Fundación Fad Juventud, 2022.
Michael KIMMEL: Hombres (blancos) cabreados. La masculinidad al final de una era, Valencia, Barlin Libros, 2019.
Aristóteles MORENO: “El antifeminismo emerge como factor movilizador del voto de extrema derecha”, Público.es, 18 de agosto de 2024.
Raúl SÁNCHEZ , Victòria OLIVERES y Yuly JARA: “Radiografía del votante de Alvise: qué dicen los resultados sobre los apoyos al agitador ultra”, Eldiario.es, 10 de junio de 2024.