El proyecto BFORE ha analizado la evolución de la negociación colectiva en Europa y su impacto en la desigualdad de ingresos
JESÚS CRUCES AGUILERA. Técnico de la Fundación 1º de Mayo
De las consecuencias de las crisis económicas y financieras de comienzos de siglo pasado pareció surgir un cambio de paradigma en el plano de las políticas económicas ante los elevados niveles de desigualdad de muchos países del mundo. Este cambio de paradigma se cristalizó en lo que las instituciones internacionales vinieron a denominar como crecimiento económico inclusivo.
Sin embargo, desde una perspectiva crítica se viene señalando que esta propuesta ha centrado mayoritariamente su análisis en una amalgama de dimensiones y factores, como la globalización, el cambio tecnológico, los fallos del mercado y las diferencias en el nivel educativo, prestando poca atención a los factores institucionales y a su impacto en la distribución de la renta, así como a su relación con el crecimiento económico y la cohesión social.
En este contexto, el proyecto europeo “Negociando por la igualdad” (BFORE en sus siglas en inglés) ha analizado la evolución y prácticas de negociación colectiva en Europa (en países como Bélgica, Irlanda, Croacia, España, Finlandia y Lituania) y su impacto en la desigualdad de ingresos, que hacen posible garantizar salarios justos para los trabajadores y trabajadoras.
Entre los primeros resultados, el proyecto ha permitido avanzar en la delimitación de la negociación colectiva en Europa y el análisis de la relación de la negociación colectiva y la desigualdad. La publicación final definitiva está prevista para el primer trimestre de 2024.
Los elementos clave de la negociación colectiva en Europa
Como punto de partida, puede decirse que la negociación colectiva constituye una herramienta central de la organización económica y social de los países europeos del último siglo, que ha permitido articular la relación entre capital y trabajo a través del acuerdo entre las partes (patronal y sindicatos), desplegándose en distintos niveles de actuación (nacional, sectorial, empresarial), así como en un amplio abanico de materias de regulación de las condiciones laborales de la población trabajadora.
El análisis comparado de la negociación colectiva en Europa nos muestra la diversidad de sistemas de negociación colectiva existentes, fruto de las relaciones de los sujetos implicados, así como de sus competencias y resultados finales. De forma sintética, los sistemas de negociación colectiva pueden analizarse a partir de los siguientes elementos:
- Grado de centralización, que deriva de la estructura y articulación de la negociación. Se pueden identificar varios niveles de negociación (empresa, sector, nacional), así como diferentes formas de articular su relación (con mayor o menor centralización o descentralización)
- Grado de gobernanza, ligado a la exigibilidad y la calidad de las relaciones laborales. En particular, la capacidad de los interlocutores sociales para transmitir a los niveles inferiores los compromisos acordados en los niveles superiores, lo que puede marcar la diferencia entre sistemas de negociación colectiva formalmente similares.
De todos los elementos, existen tres que influyen decisivamente en la cobertura de la negociación colectiva: la existencia de cláusulas “erga omnes” y mecanismos de extensión del convenio colectivo; el ámbito funcional (prioritario) de negociación (intersectorial, sectorial, de empresa); y los mecanismos de ultraactividad del convenio colectivo.
Para evaluar el alcance de la negociación colectiva, se suele utilizar la proporción de la población trabajadora cubierta por convenios colectivos como indicador del alcance de los sistemas de negociación colectiva. La tasa de cobertura de la negociación colectiva varía entre países, oscilando entre valores inferiores al 10%, registrados en países del Este de Europa (como Estonia o Lituania) a valores cercanos al 90% de países del centro, norte y sur de Europa – España registra una tasa de cobertura del 80,1% en 2019 (Base de datos OECD- ITCWSS, 2023).
La negociación colectiva, clave para reducir la desigualdad
La perspectiva económica clásica ha sostenido que la negociación colectiva introduce “distorsiones en el mercado”. Sin embargo, no existen pruebas empíricas que respalden esta afirmación. De hecho, el efecto de la negociación colectiva depende de las características del sistema de relaciones laborales de cada país, de su interacción con otras instituciones del mercado de trabajo (como la protección del empleo, el salario mínimo, etc.), así como de las políticas económicas y del mercado de trabajo.
El proyecto BFORE se ha centrado en analizar la relación existente entre la tasa de cobertura de la negociación colectiva y diversos indicadores de desigualdad (ratio 90/10, bajos salarios y participación en la renta) en la Unión Europea, a partir de una base de datos de ámbito internacional sobre negociación colectiva (OECD- ITCWSS, 2023), que registra más de 100 variables de 56 países para un periodo de 60 años.
El estudio permite concluir que a mayor cobertura de la negociación colectiva existe un menor nivel de desigualdad salarial, una mayor participación de la población trabajadora en la renta y una menor incidencia de salarios bajos.
Respecto a los elementos analizados, el grado de centralización y/o articulación de la negociación colectiva es un factor a tener en cuenta en los resultados. Los procesos de descentralización de la negociación colectiva de la crisis Euro (2011), que son evidentes todavía en países como Grecia, inciden en los niveles de desigualdad y en la existencia de una mayor incidencia de los bajos salarios. Los países del este de Europa (Lituania, Estonia, Polonia), donde la negociación se produce principalmente en el ámbito de la empresa, reflejan igualmente mayor presencia de bajos salarios. Finalmente, la participación de los salarios en la renta generada es mayor en aquellos países con mayor tasa de cobertura, siendo igualmente significativo el grado de centralización y coordinación de la negociación colectiva.
Estos resultados coinciden con los obtenidos por otras investigaciones, que desde el ámbito internacional constatan la relación existente entre la cobertura de la negociación colectiva y la reducción de la desigualdad, reconociendo, por tanto, la relevancia de las instituciones laborales en los procesos de redistribución y crecimiento económico.