Hablamos con la comisaria de la exposición ‘Para la libertad. El Proceso 1001 contra la clase trabajadora’, organizada por la Fundación 1º de Mayo junto a la Biblioteca Nacional de España y la Secretaría de Estado de Memoria Democrática

LAURA VILLADIEGO
El 24 de junio de 1972, una reunión secreta de la dirección de Comisiones Obreras, entonces un sindicato ilegal y uno de los principales opositores de la dictadura franquista, se tornó en redada. Sus diez dirigentes – Marcelino Camacho, Eduardo Saborido, Nicolás Sartorius, Francisco García Salve, Juan Muñiz Zapico, Fernando Soto, Pedro Santisteban, Francisco Acosta, Miguel Ángel Zamora Antón y Luís Fernández Costilla – fueron arrestados y enviados a prisión. Comenzaba así el Proceso 1001, conocido por el número de sumario del Tribunal de Orden Público (TOP) franquista al que hacía referencia. El juicio, que comenzaría más de un año después, en diciembre de 1973, impondría severas penas de prisión para los dirigentes sindicales. El Proceso 1001 se convirtió en un símbolo de la represión franquista en las etapas incluso finales de la dictadura, y muy especialmente de la represión del movimiento obrero.
Con motivo del 50 aniversario, la Fundación 1º de Mayo, junto con la Biblioteca Nacional de España (BNE) y la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, han organizado la exposición ‘Para la libertad. El Proceso 1001 contra la clase trabajadora’ que podrá visitarse a partir del 31 de marzo y hasta el 25 de junio de 2023 en la Sala de las Guillotinas de la sede central de la BNE. Hablamos con su comisaria, la historiadora Carme Molinero sobre la importancia de este proceso en la historia reciente de España y sobre los materiales que podrán verse en la exposición.
P. ¿Qué significa el Proceso 1001 en la historia de España?
R. El Proceso 1001 es un símbolo, un elemento de referencia respecto a dos cuestiones que son claves de la etapa final del franquismo. Por un lado, de la represión que sufrió el movimiento obrero a lo largo de toda su existencia desde los años 40 hasta el final. El franquismo fue un régimen represivo mientras existió. Recordemos que, en septiembre de 1975, dos meses antes de la muerte de Franco, se produjeron cinco ejecuciones, o sea que [el régimen] murió matando. Y el movimiento obrero fue quien sufrió con mayor intensidad la represión franquista. No hay más que ver, por ejemplo, que la mayor parte de los procesados por el Tribunal de Orden Público lo fueron por su vinculación con Comisiones Obreras.
No es casualidad. El Proceso 1001 también se convirtió en símbolo del grado de maduración al que había llegado un movimiento original en la historia del sindicalismo español como el que representa Comisiones Obreras. En la última etapa del franquismo en los años 70, la movilización social en España y particularmente la movilización obrera alcanzó un nivel muy elevado, muy importante, que no solo permitió mejorar el nivel de vida de los trabajadores sino que también ayudó decisivamente en el avance de la lucha contra el franquismo.
Yo siempre digo que el movimiento obrero se convirtió en la infantería del antifranquismo porque fue capaz de ir abriendo espacios para la contestación social y política, contribuyendo como el que más al desarrollo de sinergias opositoras en el conjunto de la sociedad.
Así el Proceso 1001 tiene una profunda carga simbólica. También por su capacidad de generar campañas de solidaridad. La movilización solidaria en torno al 1001 fue la más importante que se produjo a lo largo del franquismo, tanto dentro de España como en el extranjero.
¿En qué se evidenció esa solidaridad?
En España, a pesar de la represión, decenas de comités de solidaridad sembraron las calles de octavillas y las paredes de pintadas. Se organizaron actos, que posteriormente se reproducían en la prensa clandestina, etc.
Pero la solidaridad también tuvo una dimensión internacional extraordinariamente importante. No solo en Europa sino también en los EEUU. En distintos países se celebraron centenares de mítines y actos. Además de partidos políticos, sindicatos y organizaciones de derechos humanos, numerosas personalidades se involucraron en la defensa de los Diez de Carabanchel.
Si bien en las actividades solidarias se concitaron las energías de muchísima gente, en la exposición hemos querido destacar el papel que jugaron las mujeres en el Proceso 1001, muchas de ellas esposas o hermanas de los detenidos. Ellas desarrollaron una actividad intensa visitando autoridades, tanto civiles como militares y eclesiásticas [para reclamar su liberación]. También tuvieron una participación destacada en los actos de solidaridad internacional, en los que representaban a sus familiares presos.

Además de esa explicación sobre el movimiento de solidaridad, ¿qué más van a ver las personas que visiten la exposición?
La exposición tiene varios apartados. Al principio se explica la caída de junio del 72, cuando los dirigentes sindicales son detenidos. A continuación, se explica el contexto de los años 70 sobre el crecimiento de la movilización obrera. Esa movilización obrera evidentemente no era única. El movimiento estudiantil continúa teniendo protagonismo. En los años 70 es el momento de gran crecimiento también de la movilización vecinal. También en otros sectores no obreros, pero asalariados, en sectores como la banca y otros de cuello blanco. Entre ellos es destacable el papel que adquieren los profesionales. Muchos habían tenido una etapa de politización importante en la segunda mitad de los 60 [como estudiantes] y que en los 70 ya se han convertido en profesionales, arquitectos o abogados, por ejemplo, que jugaron un papel muy importante también en la movilización social de los 70. Toda esa movilización, junto a los cambios que estaba experimentando la sociedad española, es lo que hace que el régimen franquista entre en una crisis profunda. Y, por tanto, como estaba en crisis, fue mucho más represivo, ya que se sentía contra las cuerdas.
El siguiente ámbito, es el de la cárcel. Se explica lo que es la cárcel de Carabanchel que, al igual que había sido Burgos en las décadas anteriores, en los años 50 y 60, Carabanchel es un centro de reclusión política fundamental. En la exposición se muestran distintos aspectos de la vida cotidiana de los presos.
A continuación, se dedica espacio al Proceso en sí. Se hace hincapié en que la calificación fiscal y la sentencia reprodujeron los argumentos del atestado policial; la Justicia franquista no escondía que se trataba de un juicio político. Pero la defensa le dio la vuelta a la acusación. Los “Diez de Carabanchel” fueron a la cárcel por actividades sindicales que eran legales en los países de nuestro entorno. La sentencia fue durísima: 162 años de cárcel para los 10 procesados.
En la última parte de la exposición se pueden ver imágenes y documentos de la salida de la prisión, del clima de protesta social que caracterizó el año 76. Al inicio del año 75, tras la denuncia continuada del clima represivo existente, algunos de los detenidos con menores penas salieron de la cárcel, pero la mayor parte de ellos no lo hicieron y no salieron hasta diciembre del 75, ya muerto Franco, con un indulto real. El caso paradigmático, que es un elemento simbólico de primera importancia, es el propio Marcelino Camacho, que salió en diciembre del 75, pero en marzo del 76 fue preso otra vez por orden del ministro Manuel Fraga. Así que hay en esa última parte, fotografías de los últimos meses antes de que Arias Navarro fuera cesado y Adolfo Suárez fuera nombrado presidente del Gobierno con el encargo de superar la situación de peligro en la que, incluso, se encontraba la monarquía si se consolidaba la percepción de que esta encarnaba el continuismo en relación con el franquismo.

¿Crees que la sociedad española conoce en general lo que supuso el Proceso 1001?
Depende de quién hablemos. Un estudiante de historia, dependiendo de las facultades, probablemente sabe lo que es el Proceso 1001. La mayor parte de la población que tiene más de 60 años posiblemente sabe qué fue el Proceso 1001. Pero pienso que los menores de 50 años y, sobre todo los jóvenes, la mayoría no deben tener ni idea de lo que fue el Proceso 1001. Por tanto, que las instituciones dediquen atención a esta cuestión es importantísimo. Yo creo que el hecho de que una institución de la relevancia de la Biblioteca Nacional dedique una exposición a este proceso político y social, de gran importancia para la historia de España, adquiere gran significación. Es además novedoso en el sentido de que las exposiciones habitualmente se dedican a personajes destacados de la historia. Pero [una exposición] en torno a la trascendencia de la movilización social en la historia reciente, yo no recuerdo que se haya hecho ninguna. Y que se haga ésta en el 50 aniversario del Proceso 1001 es realmente relevante para fijar la atención social en un acontecimiento que es importante, ayudando tanto a la difusión del conocimiento histórico como a la ampliación de la memoria de la lucha por la democracia.
El Proceso 1001 no está integrado en la memoria pública de la lucha por la democracia como uno de sus eslabones destacados y es fundamental poner de relieve el papel de la movilización social y la represión que tuvo que sufrir el movimiento obrero para alcanzar objetivos sociales y también democráticos y políticos.
¿Por qué es importante que se conozca este capítulo de la historia?
Al margen de lo que ya he dicho, creo que es importante que se conozca, al igual que otros momentos de la historia, porque nada en la vida es regalado. Los derechos y libertades que tenemos han tenido que ser arrancados, han tenido que ser conquistados. Y el movimiento obrero ha jugado un papel sustancial en ese proceso. Y todo se puede perder. Hablamos de historia y de memoria. Los historiadores lo que hacemos es analizar el pasado e interpretarlo para darlo a conocer a la sociedad. Por otro lado, es importante que la memoria pública tenga muy presentes esos elementos de la historia que nos hacen entender por qué estamos donde estamos. La conquista de la democracia no ha sido un proceso automático, ni ha sido un proceso regalado. Ha exigido la voluntad y el esfuerzo de miles y miles de personas para conseguir vivir en libertad.