PACO VELASCO. Secretario de Salud Laboral FECOMA (CC.OO.-PV) En 2004 murieron en el País Valenciano 22 trabajadores de la construcción por accidentes de trabajo, 12 trabajadores menos que en 2003. Una reducción importante que, además, se produce por igual en las tres provincias y que también se da en los accidentes graves y leves. No echamos las campanas al vuelo. Sabemos que la situación dista mucho de ser satisfactoria, pero las cosas están mejorando y nuestro trabajo y esfuerzo están detrás de esos cambios. Habrá que ver si está dinámica continua en los próximos meses. |
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El País Valenciano es una de las comunidades con un mayor número de acuerdos institucionales y sectoriales en materia de salud laboral y donde, simultáneamente, se desarrolla una intensa acción sindical fuerte y sostenida sobre las empresas y sectores de mayor siniestralidad.
La presión y la actividad, que desde la federación de construcción de CC.OO. venimos realizando en empresas y tajos, así como la acción que a nivel sectorial realizamos desde la Fundación Laboral de la Construcción, junto a UGT y la patronal, son la explicación de que hoy podamos presentar unos resultados bastante mejores que los del año 2003.
Los acuerdos institucionales nos permiten llevar a cabo una acción de supervisión en las obras promovidas por las administraciones públicas. Son acuerdos para controlar y supervisar las condiciones de trabajo y las medidas de seguridad, que funcionan satisfactoriamente y que evitan, a buen seguro, un número muy significativo de accidentes. Una parte de esta actividad se realiza desde la Fundación Laboral de la Construcción a través de una comisión tripartita denominada Órgano para la Prevención en Construcción (OPPC), que se ocupa de visitar obras y supervisar las condiciones de trabajo. Equipos compuestos por expertos sindicales y patronales realizan alrededor de 100 visitas mensuales, una actividad muy pequeña y reducida en comparación con el volumen de obra que se ejecuta.
Hay aún una clara resistencia empresarial a extender esta supervisión a las obras privadas. La razón sólo puede obedecer a la intención de seguir trabajando en una casi impunidad lo cual revela por otra parte que, más allá de las declaraciones, ante el binomio producción-seguridad se opta exclusivamente por el beneficio que da la producción.
Todavía 6 de cada 10 obras ejecutadas en nuestra comunidad carecen de las medidas idóneas para evitar los accidentes. Esta cifra no es inventada. En tres meses, desde febrero a abril de 2004, visitamos más de 250 obras y tuvimos que denunciar a 150 de ellas ante la Fiscalía de Siniestralidad Laboral por deficiencias graves en las medidas de seguridad. Todas las denuncias fueron aceptadas y admitidas a trámite.
Hasta noviembre de 2004 la Inspección de Trabajo había paralizado 387 obras
por riesgos graves. Una acción claramente insuficiente en comparación con los
resultados de nuestra actividad sindical en tres meses. La Inspección de Trabajo
también llevó a cabo en 2004 una campaña de supervisión de la seguridad frente
al riesgo de caída de alturas (65% de los accidentes en construcción). Sin
embargo sus efectivos son claramente insuficientes: 70 inspectores en total para
todos los sectores de la Comunidad Valenciana y para todos los ámbitos de
actuación (seguridad social, contratación, salud laboral).