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Paralización de la actividad por riesgo grave e inminente

Vie, 15/04/2005 - 12:19
GLORIA RAMIREZ

Paralización de la actividad por riesgo grave e inminente

Una de las facultades más importantes que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales concede a los representantes de los trabajadores es la posibilidad de paralizar la actividad en caso de riesgo grave e inminente. Este derecho suscita generalmente una cierta polémica por el alcance de su magnitud. No obstante se trata de una competencia efectivamente aplicable. Valgan como ejemplos los siguientes casos que nos remiten Inma Cano del Gabinete de Salud Laboral de Almería, y Paco Montiel de la Asesoría Sindical de Jaén.

Siete accidentes en una misma máquina

En una empresa química de Almería (PLASTIMER S.A.), una máquina para la elaboración de bobinas de plástico había ocasionado ya siete accidentes por atrapamiento de miembros superiores. Se trataba de una máquina obsoleta, no homologada y sin marcado CE, a la que el empresario había incorporado un dispositivo consistente en unos carros con raíles para desplazar las bobinas con mayor rapidez. Lo malo es que dichos carros dificultaban el acceso de los trabajadores, obligándoles a usar su mano izquierda para accionar un pestillo, en vez de la derecha como hacían con anterioridad, y esto era lo que aumentaba el riesgo de atrapamientos.

El empresario venía haciendo caso omiso a las advertencias del Delegado de Prevención, Edo Rodríguez, sobre la peligrosidad de dicha máquina alegando que no tenía dinero para comprar otra nueva.

Edo decidió acudir al Gabinete de Salud Laboral de CC.OO. para ver qué podía hacer y allí le informaron que el artículo 21 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales le facultaba para paralizar la máquina. Todos los trabajadores eran conscientes del riesgo por los accidentes ocurridos a sus compañeros, así que no fue difícil contar con su apoyo a esta decisión.

Para cumplir ordenadamente lo dispuesto en la Ley, los representantes legales de los trabajadores celebraron una reunión donde acordaron por mayoría de sus miembros la paralización de la actividad. Seguidamente se realizó la comunicación por escrito al empresario y a la autoridad laboral. La Inspección de Trabajo impuso la retirada inmediata de todos los mecanismos que se habían incorporado a la máquina y su inutilización total, además de la correspondiente sanción.

La máquina se encuentra ahora arrinconada en una de las paredes de la fábrica, para tranquilidad de los trabajadores y para orgullo de Edo Rodríguez.

Delegada de banca paraliza una obra

Beatriz García Navarro, Delegada Sindical de CC.OO en el BBVA de Jaén, observa alarmada que las obras de demolición y restauración que se están realizando en su oficina producen un polvo que, por su color, pudiera ser de amianto. Solicita ayuda al Servicio Asesor del sindicato, uno de cuyos miembros se desplaza al lugar de trabajo y, aunque comprueba que el polvo en cuestión proviene de unas celosías metálicas que no parecen de amianto, recoge una muestra para disipar la sospecha. El Centro de Prevención de Riesgos Laborales confirmó la ausencia de amianto con posterioridad.

Durante estas actuaciones, los sindicalistas contactan con el encargado de la subcontrata que está realizando la obra y, mientras se entrevistan con él, comprueban con asombro las condiciones en las que la empresa de construcción está llevando a cabo su actividad. El andamio que están utilizando, de una altura aproximada de 10 metros, no está amarrado y se balancea, las barandillas no tienen la altura reglamentaria, los trabajadores tienen los arneses de seguridad amarrados al endeble andamiaje y las herramientas de corte no cumplen con las protecciones mínimas de seguridad. Por toda documentación, el encargado muestra unos papeles firmados por los trabajadores en los que afirman haber recibido formación (el resto de documentación dice que está en la sede de la empresa).

Con el director de la sucursal delante, les comunican a ambos responsables de las dos empresas que deben paralizar la actividad de inmediato, ya que las condiciones en que se está realizando representan un riesgo grave para los trabajadores. Dicho y hecho, el encargado de la obra (que es a la vez el empresario) da orden a los cuatro trabajadores allí presentes de que desmonten el andamio y que recojan los equipos y herramientas para llevárselos a la sede social de la contrata.

La obra estuvo paralizada tres días, al cabo de los cuales se retomó la actividad, ya con los equipos y andamiaje apropiados y con la documentación en regla para este tipo de actividad.

 

Alteraciones musculoesqueléticas en la salud andaluza. Una propuesta promovida por CC.OO. hace visible el problema

GLORIA RAMIREZ

Delegados y delegadas de la Federación de Sanidad de CC.OO. en Andalucía, con la colaboración del departamento de Ciencias Sociosanitarias de la Universidad de Sevilla, han llevado a cabo realizado una encuesta entre 1.168 trabajadores sanitarios de distintos estamentos y centros del Servicio Andaluz de Salud, para conocer la frecuencia de alteraciones musculoesqueléticas y las condiciones de trabajo relacionadas con dichas dolencias.

La frecuencia de síntomas ha sido muy alta. El 94% de los trabajadores manifestó haber tenido episodios de dolor sobre todo en la columna, el cuello, los hombros y las manos. El 20 % estuvo de baja por esta causa en el último año. Quienes más se quejan de dolor son las auxiliares de enfermería y el personal de las unidades de crónicos o paliativos. La frecuencia del dolor es muy elevada en quienes hacen turno de noche.

En el estudio destaca la asociación entre el manejo de cargas, el mantenimiento de posturas estáticas, los movimientos repetitivos y el dolor. El manejo manual de cargas realizado con prisas, ha sido la variable más claramente asociada a la mayoría de los procesos dolorosos.

Al estudiar las localizaciones de dolor por categoría profesional, hemos observado ciertas correspondencias, así el dolor de cuello es más frecuente en auxiliares administrativos y de enfermería, mientras que el dolor de rodillas y las bajas por dolor lumbar predominan en celadores y auxiliares de enfermería.

Tras el primer análisis estadístico se han realizado dípticos y carteles sobre la importancia de este problema de salud laboral, generalmente infravalorado por los propios trabajadores y los responsables de los centros. Unos de los mayores logros ha sido el de establecer un método de trabajo para delegados y delegadas que propicia la participación en el estudio de los puestos de trabajo. En general hemos conseguido ganar confianza entre los trabajadores y una mayor influencia respecto a las direcciones de los centros.

En algunos centros se han utilizado nuestros informes para renovar el mobiliario o para estudiar a fondo los puestos de trabajo del personal administrativo y de almacén. A veces, nuestros delegados y delegadas han intervenido en el diseño de los puestos consiguiendo, con pequeños cambios, mejorar notablemente las condiciones de trabajo del personal.