Estrategia sindical: Mutuas
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Últimamente, todo lo que tenga que ver con las Mutuas suscita interés sindical. Paralelamente se vienen produciendo importantes transformaciones que afectan al funcionamiento y proyección social de estas entidades. Se hace necesario que desde el sindicato decidamos qué estrategia adoptar frente a unas instituciones que hemos ignorado durante demasiados años. En síntesis, podemos decir que tenemos tres posibilidades:
Esta última opción, que es por la que el sindicato está apostando, es más dura y complicada que las otras dos. Nos exige un trabajo sostenido de presión y diálogo que debe comenzar en la misma empresa reivindicando participar en la elección de la mutua y en la negociación de sus prestaciones. También requiere que mejoremos nuestro trabajo e implicación en las Comisiones de Control y Seguimiento. Supone, en fin, abrir una negociación con el Ministerio de Trabajo para impulsar reformas normativas que promuevan unas mutuas más profesionales, autónomas y democráticas, gestionadas paritariamente con la participación de los sindicatos. Una estrategia como ésta, tiene riesgos y dificultades evidentes y nos obliga a ser rigurosos y constantes en nuestro trabajo sin que, por otro lado, podamos asegurar de antemano resultados positivos y mucho menos inmediatos. Incertidumbres e inseguridad acrecentadas por las actuaciones unilaterales del Ministerio de Trabajo y de la Asociación de Mutuas, al modificar la normativa en materias tan sensibles para nosotros como la gestión de la Incapacidad Temporal o en el intento, frustrado de momento, de privatizar su patrimonio. Sin embargo, y a pesar de todo, creemos que hoy por hoy ésta es la opción más apropiada para incidir sindicalmente en unas instituciones que en muy poco tiempo van a gestionar un billón de pesetas de los fondos de la Seguridad Social, cuya cobertura alcanza ya a casi 10 millones de trabajadores y trabajadoras y que representan la principal opción para dotar de Servicios de Prevención a la inmensa mayoría de las empresas. Realmente no parece adecuado que el sindicato se mantenga al margen de esta realidad. Fernando Rodrigo
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