FERNANDO RODRIGO
A lo largo de este año, según la voluntad expresada por el Gobierno y los acuerdos alcanzados con los agentes sociales, se producirá la segregación de los servicios de prevención respecto de las mutuas. En pocas palabras, los servicios de prevención dejarán de ser un departamento más de las mutuas y pasarán a ser sociedades de carácter independientes.
Los servicios de prevención desarrollan una actividad profesional especializada de asesoramiento y apoyo técnico a la acción preventiva en las empresas y son, por tanto, una de las piezas esenciales sobre las que descansa el sistema preventivo español. Según la V Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo, más el 70% de las empresas que disponen de servicio de prevención recurren a la modalidad de servicio de prevención ajeno. Mayoritariamente estas empresas conciertan dicho servicio con las Mutuas.
El desarrollo de los servicios de prevención y el trabajo que realizan ha suscitado críticas y descontentos muy generalizados. La competencia feroz entre ellos por lograr clientes se ha realizado básicamente a costa de los precios que ofertan, lo que ha acabado comprometiendo seriamente la calidad de sus actividades.
Esta competencia exacerbada, así como la falta de transparencia del mercado de la prevención, tiene causas estructurales: no hay una demanda de servicios de prevención de calidad por parte de los empresarios debido a una falta de cultura y de motivación preventivas. Pero también viene determinada por la confluencia en el seno de las Mutuas, sin solución de continuidad, de la prevención y el aseguramiento. No hay separación de la gestión y financiación de las actividades que las mutuas realizan como servicio de prevención ajeno y las que hacen con cargo a las cuotas de la seguridad social, y ello ha sido criticado como competencia desleal. Por otra parte, el interés de la mutua por conservar clientes predispone a la permisividad, e incluso al compadreo, en materia de prevención, con empresas poco entusiastas de la seguridad y salud en el trabajo pero que aportan pólizas de aseguramiento sustanciosas.
Actualmente hay todo un debate que afecta a la actividad de los servicios de prevención: los criterios de acreditación, el control y evaluación por parte de la administración de la calidad de sus actividades, el sistema de formación académica de sus profesionales. También se cuestiona desde los sindicatos el sesgo que supone la hasta ahora exclusiva competencia empresarial en la selección y contratación de dichos servicios y la resistencia a promover activamente la implicación y participación de los trabajadores. La reciente decisión gubernamental de proceder a la segregación económica y empresarial de los servicios de prevención pertenecientes a las mutuas, constituye una oportunidad para profundizar en este debate. Desde porExperiencia hemos querido contribuir a la reflexión, solicitando unas primeras opiniones cualificadas sobre el posible impacto de dicha segregación en la calidad de la prevención.
Enrique Valenzuela. Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) Las nuevas Sociedades de Prevención van a desarrollar su actividad preventiva con el mismo interés y afán en evitar la siniestralidad laboral que hasta ahora vienen demostrando los Servicios de Prevención Ajenos (SPA) de las mutuas. Existen otros factores, de igual o superior relevancia que la segregación, que van a redundar en la calidad del servicio, como el cada vez mayor número de SPA; la necesidad de elevar los criterios de acreditación por parte de las comunidades autónomas; las acciones de efecto multiplicador pretendidas por la Inspección de Trabajo en relación con los SPA; la necesidad de superar el cumplimiento meramente formal de las obligaciones preventivas y, en definitiva, la demanda de mejora de empresarios y trabajadores a unas entidades que, como se pudo comprobar en la V Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo son la modalidad preventiva más utilizada. |
Joaquín Nieto. Secretario Confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CC.OO. La gran asignatura pendiente de la prevención es la calidad y eso depende, entre otras cosas, de las actividades que desarrollan los servicios de prevención. Los acuerdos alcanzados en torno a la segregación de los servicios de prevención de las Mutuas hacen posible alguna de las condiciones necesarias para este fin, pero la calidad depende sobre todo de disposiciones que vendrán después de esta regulación, como la reforma del reglamento de los servicios de prevención. Para abordar esta segunda parte del proceso es necesario hacer un diagnóstico de cómo han trabajado los servicios de prevención y valorar la relación que se da con los representantes de los trabajadores. En este sentido, un elemento imprescindible es establecer la codecisión entre empresario y trabajadores para elegir el servicio de prevención y, por tanto, para decidir la contratación. |
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Miguel Ángel Díaz. Director general de Ordenación de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. La existencia de situaciones y actuaciones que, además de suponer una restricción a la libre competencia, redundan en perjuicio de la calidad general del servicio ha hecho necesaria la regulación, a través de un proyecto de Real Decreto, de las actividades de las Mutuas como servicio de prevención ajeno para reforzar el sistema de separación de la doble actividad preventiva que desarrollan. Ello repercutirá en una mejora en la calidad del servicio de prevención, al establecer un marco reglamentario que viene a garantizar la equiparación de las condiciones en las que tal actividad se desarrolla con las que rigen para el resto de los servicios de prevención ajenos. |
Juan Carlos Bajo. Asociación Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas (ANEPA). Por sí sola, la modificación del marco jurídico de las mutuas no va a significar una mejora de la seguridad y salud de los trabajadores. Es una condición necesaria pero no suficiente y puede ser un éxito o un fracaso dependiendo de cómo se aplique. No debemos olvidar que el cambio fundamental que necesita el sector debe basarse en la transformación de los Servicios de Prevención Ajenos en entidades de prestigio como consecuencia de la calidad de sus actuaciones en las empresas; calidad que nacerá de una dedicación adecuada en tiempo y forma de los técnicos de prevención, para lo cual sí necesitamos un sector estable. Se ha dado el primer paso, pero no sabemos si será un paso o un tropiezo, el tiempo nos lo dirá, pero sea lo que sea debemos seguir andando. |