El tratamiento que suelen dar las empresas al absentismo laboral tiene bastante que ver con el castizo 'tomar el rábano por las hojas' a fuerza de repetir que el problema son las bajas, es decir, aquello que afecta a la productividad, se olvida que el verdadero problema es la enfermedad, es decir, lo que afecta a los trabajadores.
Cuando enfocamos el objetivo hacia los trabajadores, lo que aparece como problema no es sólo el absentismo sino también el presentismo, o sea ir a trabajar a pesar de no encontrarse en buen estado de salud.
Los hay que hacen de ello absurdo motivo de orgullo: 'en cuarenta años de trabajo nunca me tomé una baja'. Una frase poco informativa sobre las condiciones de salud en el trabajo y más bien ambivalente ¿De qué se jacta quien tal cosa afirma? ¿de no haber padecido enfermedad alguna en toda su vida laboral o de haber acudido cada día al trabajo haciendo caso omiso de sus dolencias? Lo primero justificaría la satisfacción (con la dosis de escepticismo que cada cual tenga a bien aportar) por una historia laboral de bienestar físico, mental y social. Lo segundo debería ser un serio motivo de preocupación ya que, según un reciente estudio, podría estar prediciendo ni más ni menos que una muerte por ataque cardíaco.
Investigadores del Instituto Finlandés de Salud Laboral, tras revisar 5.000 historias médicas, han concluido que quienes van a trabajar a pesar de no encontrarse bien de salud, tienen doble riesgo de sufrir enfermedades coronarias graves que aquellos que se toman unos días de baja en tales circunstancias. El estudio se publicaba el pasado mes de enero en la prestigiosa revista American Journal o Public Health.
Ya ven, el presentismo es un verdadero riesgo laboral. Y un riesgo grave. Lo malo es que, en ocasiones, quienes deberían vigilar la salud de los trabajadores son justamente quienes -siguiendo consignas productivistas, que no sanitarias-favorecen o promueven el presentismo. La ética médica nunca fue compatible con estas prácticas. Ahora, tampoco lo es la medicina basada en la evidencia.
Epitafio para recalcitrantes: 'Se ausentó para siempre por su afán de siempre estar presente'.
* Con respeto pero sin afecto, a José María Cuevas, presidente de CEOE, que propone recortar los salarios en caso de baja por enfermedad.