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Encuesta de Riesgos Psicosociales 2016: persiste la desigualdad en las exposiciones psicosociales laborales

Dom, 15/10/2017 - 12:19
SALVADOR MONCADAE
Dossier

Existe una gran evidencia científica en torno a la relación existente entre los riesgos psicosociales y problemas de salud como las enfermedades cardiovasculares, algunos trastornos de salud mental y musculoesqueléticos, patologías todas ellas muy frecuentes en nuestra población que causan sufrimiento, invalidez y muerte, además de enormes costes para nuestro sistema sanitario y productivo. La exposición a riesgos psicosociales también se ha relacionado con trastornos de salud de base inmunitaria, gastrointestinales, dermatológicos y endocrinológicos, y con algunas conductas relacionadas con la salud como el hábito de fumar, el consumo de alcohol y drogas y el sedentarismo.

En su conjunto, y según la Organización Mundial de la Salud, entre el 25 y el 40% de los casos de enfermedad cardiovascular podrían ser evitados mediante la eliminación, entre otros, de la exposición laboral a riesgos psicosociales en el trabajo como son las altas exigencias psicológicas y bajo control (en el sentido de influencia y desarrollo de habilidades), la descompensación entre el esfuerzo invertido en el trabajo y las compensaciones obtenidas a cambio. Siguiendo la argumentación de la OMS, y atendiendo a los modelos conceptuales "demanda-control-apoyo social" y "esfuerzo-recompensa (ERI)", comprobados en multitud de estudios científicos y algunos otros reflejados en la literatura científica, podemos definir los principales grupos de factores de riesgo psicosocial: el déficit de control sobre el trabajo; el exceso de exigencias psicológicas del trabajo (en sus diversas vertientes cuantitativas, cognitivas y emocionales); el bajo nivel de apoyo social (de los compañeros y de los superiores); la mala calidad de liderazgo y algunos otros aspectos de las relaciones entre personas que implica el trabajo (previsibilidad, roles...); la ausencia de suficientes compensaciones derivadas del trabajo; la inseguridad sobre el empleo (perder el actual o encontrar otro empleo en caso de su pérdida); la inseguridad sobre condiciones de trabajo fundamentales (como los horarios de trabajo, las tareas, el salario), y los conflictos originados en la necesidad de compaginar tareas y tiempos laborales, familiares y sociales.

La metodología COPSOQ mide todos estos factores. Esta metodología, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación del Ambiente de Trabajo del Gobierno de Dinamarca (NRCWE), fue adaptada al Estado español a finales del año 2000 por un grupo de trabajo hispano-danés, liderado por ISTAS, con el nombre de COPSOQ-Istas21. Actualmente es una metodología internacional presente en más de veinticinco países de todos los continentes y cuenta con una fuerte presencia en la literatura científica.

Dos de las características novedosas de COPSOQ fueron la formulación de los grandes grupos de riesgo psicosocial en unidades más pequeñas y menos complejas, cosa que facilita la intervención de los agentes sociales en la empresa, y la medida de las exposiciones en las empresas en base a "valores de referencia poblacionales", valores que permiten ordenar las exposiciones (por ejemplo, de mayor a menor) y compararlas entre ellas, en el tiempo y con otras poblaciones y países.

En las sucesivas Encuestas Europeas de Condiciones de Trabajo hemos visto la evolución de dos aspectos preocupantes respecto a la salud laboral de los trabajadores. En primer lugar, una proporción importante de trabajadores de Europa y de España manifiestan estar expuestos a riesgos psicosociales en el trabajo. En segundo lugar, se detecta un empeoramiento de las exposiciones psicosociales, especialmente en relación al aumento de las exigencias cuantitativas, la intensificación del trabajo y el crecimiento de las jornadas asociales, sin que, por otro lado, mejoren otras exposiciones psicosociales que podrían "compensar" este deterioro, como son la influencia y las posibilidades de desarrollo.

Desde la primera encuesta piloto en Navarra en 2003, ISTAS ha realizado tres Encuestas de Riesgos Psicosociales (2005, 2010 y 2016) en España en las que se ha incluido la correspondiente versión de COPSOQ. Comparando los resultados de 2005 con los de 2010, ya habíamos publicado el aumento de la población que está expuesta a alta doble presencia, alto ritmo de trabajo, alta inseguridad de encontrar un trabajo en caso de quedar en paro y bajo apoyo social en el trabajo; resultados coincidentes en líneas generales con otros estudios de ámbito europeo. Añadimos ahora que podemos confirmar esta situación a la luz de los resultados obtenidos en 2016.

Efectivamente, los resultados de 2016 muestran una gran desigualdad social en las exposiciones psicosociales en el trabajo. De un lado, las ocupaciones manuales, las menos cualificadas, presentan peores exposiciones para la mayoría de dimensiones que las ocupaciones no manuales, las más cualificadas. Por otro lado, algunas exposiciones de las mujeres, especialmente para las de ocupaciones manuales, son también peores que las de sus compañeros hombres.

Como puede verse en la tabla 1, la proporción de personas asalariadas en la situación de exposición más desfavorable para la salud para las dimensiones de Exigencias cuantitativas, Exigencias emocionales, y de Exigencias de esconder emociones, son más altas para las ocupaciones manuales que para las no manuales, y lo mismo ocurre, aunque en menor grado, con las dimensiones de Conflicto trabajo-vida (antes Doble presencia) y Conflicto de rol. Estas diferencias pueden explicarse en gran parte por la existencia de muchas ocupaciones cualificadas en los sectores de servicios a las personas (enseñanza, sanidad y servicios sociales) que implican la necesidad de interacción emocional entre las personas trabajadoras y alumnas, pacientes o usuarias. En todos los demás casos, las exposiciones de las ocupaciones manuales, menos cualificadas, son peores que las correspondientes a las cualificadas, y en algunos casos, como en Influencia y Posibilidades de desarrollo, de forma muy notable. Vemos diferencias de clase notables, aunque menores, en relación a Control de tiempos a disposición, Sentido del trabajo, Reconocimiento, Claridad de rol, Calidad de liderazgo, Apoyo social de superiores, Sentimiento de grupo, Inseguridad sobre el empleo, Confianza vertical y Justicia organizativa.

Resulta llamativa la práctica igualdad entre ocupaciones manuales y no manuales en relación al Ritmo de trabajo y a la Inseguridad sobre las condiciones de trabajo, igualdad que probablemente refleja la generalización de un problema de larga trayectoria: la intensificación del trabajo y la creciente inseguridad laboral relacionada con la precarización del empleo.

En la tabla 2 podemos ver la misma información, pero separando hombres y mujeres. Así, observamos que algunas de las grandes desigualdades en relación a la clase ocupacional son todavía mayores cuando se considera el sexo, como por ejemplo las Posibilidades de desarrollo, la Calidad de liderazgo y la Justicia organizacional. Por otro lado, también vemos cómo desigualdades en exposiciones que parecían menores aumentan notablemente su magnitud cuando se comparan hombres y mujeres dentro de su misma clase, como es el caso del Conflicto trabajo-vida.

En este contexto de alta exposición a riesgos psicosociales de la población asalariada y notable desigualdad, la acción de las delegadas y los delegados de prevención en las empresas con el apoyo del sindicato es sencillamente fundamental. La historia insiste en mostrar que, sin acción sindical, a empresas y Administraciones les resulta demasiado sencillo no asumir sus muchas y grandes responsabilidades en la materia.

Tabla 1. Porcentaje de personas asalariadas en el nivel de exposición más desfavorable para la salud por clase ocupacional (manuales vs no manuales). Encuesta de Riesgos Psicosociales 2016 (n=1.807).

Tabla 2. Porcentaje de personas asalariadas en el nivel de exposición más desfavorable para la salud por clase ocupacional (manuales vs no manuales) y sexo (mujeres, hombres). Encuesta de Riesgos Psicosociales 2016 (n=1.807).