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Una de golf

Mar, 15/01/2008 - 12:19
PEX
Contra

Una de golf*

En una reciente entrevista radiofónica, Severiano Ballesteros hablaba de la concentración como el elemento clave del éxito en la alta competición. Decía el tricampeón del mundo de golf que era muy difícil mantener la concentración todo el tiempo durante las cuatro horas que suele durar un partido y contaba cómo en cierta ocasión hubo de conformarse con el segundo puesto en el Open de Augusta porque en el último hoyo falló la bola incomprensiblemente por falta de concentración. Que se despistó el hombre, vaya.

Ya ven, alguien se entrena constantemente para estar al loro y, sin embargo, en un momento dado se le va la olla. A pesar de saber que le va en ello título, fama y un montón de pasta. A pesar de tratarse de una ocasión singularísima. Y en la bola definitiva.

Si aún ni así, puede uno asegurar que es capaz de mantener la concentración al cien por cien, ¿cómo puede exigirse que una persona que trabaja todos los días durante 8 horas más o menos en tareas rutinarias, en las que son otros los que deciden prácticamente todo y con un sueldo más bien tirando a justito, cómo puede exigirse, decimos, que esta persona no se distraiga ni un momento de lo que está haciendo? Si en buena medida lo que hace ni siquiera le interesa. Si lo que le gustaría es cambiar de trabajo. Si se aburre de hacer todos los días lo mismo...

Según los datos de la empresa Monster.es un 82% de los asalariados españoles no se sienten satisfechos con su trabajo. No obstante los trabajadores siguen echándose la culpa de los accidentes. En la IV Encuesta Nacional de Condiciones de trabajo que acaba de publicar el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene vuelve a aparecer el dato de que el 45% de los encuestados atribuyen los accidentes a 'distracciones, descuidos, despistes, falta de atención'. Esta es, según la percepción de los trabajadores, la causa principal de los accidentes, seguida a bastante distancia por los ritmos de trabjo demasiado rápidos (19'4%) y por el cansancio o la fatiga (17'8%).

Algo falla. Y eso que en esta ocasión se había reformulado el item eliminando la denominación anterior en la que se hablaba ni más ni menos que de "exceso de confianza o de costumbre". Pues ni aún así. El personal sigue pensando que la culpa del accidente la tiene el propio accidentado y que las condiciones de trabajo cuentan menos. En ideología estamos perdiendo por goleada. ¿Y si llamamos al Seve?.

* A modo de autocrítica por nuestra incapacidad -la de todos quienes nos dedicamos a la prevención- de transmitir a los trabajadores que el riesgo está sobre todo en las condiciones de trabajo.