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No nos dejan participar en las decisiones que se toman sobre nuestro trabajo

Mar, 15/04/2014 - 12:20
JOSÉ CABALLERO
CLARA LLORENS Y RAFA LÓPEZ
Condiciones de trabajo

Poco margen de decisión, falta de reconocimiento como profesional, bajo apoyo de superiores y la alta inseguridad son los riesgos psicosociales más frecuentes en el sector de limpieza viaria. Implementar métodos de trabajo más participativos, diseñar tareas más complejas y elaborar procedimientos que garanticen el trato justo en el desempeño de las tareas y en la promoción de las personas, son las claves para reducirlos.

Los riesgos psicosociales son aquellos derivados de formas nocivas de organización del trabajo, riesgos que están en la base de importantes enfermedades cardiovasculares, depresiones y trastornos musculoesqueléticos. Una acción desarrollada por la Federación de Servicios Privados de CCOO, la Federación de Servicios Públicos de UGT y la Asociación de Empresas de Limpieza Pública, con el apoyo de ISTAS y la financiación de la Fundación de Prevención de Riesgos Laborales, ha servido para visualizar los riesgos psicosociales en los puestos de conductor y peón de limpieza viaria y hacer propuestas de medidas preventivas.

La identificación y valoración de los riesgos psicosociales se llevó a cabo entre mayo y julio de 2013, utilizando el método COPSOQ-istas21, en base a 427 cuestionarios contestados por trabajadores en empresas de Barcelona, Madrid, Tenerife, Arona, Cádiz, Málaga, Córdoba, Sevilla, Baleares, Valladolid, Cáceres, Badajoz, Guadalajara, Valencia, Zaragoza, Santander, Toledo, Ciudad Real, Talavera de la Reina y Alicante. Posteriormente se realizaron cuatro seminarios de trabajo para interpretar los resultados y proponer medidas preventivas en los que participaron unas cuarenta personas entre delegados y delegadas, personal técnico de prevención, representantes sindicales y patronales.

Los riesgos más frecuentes

En la limpieza viaria y la recogida de residuos urbanos, los riesgos psicosociales más frecuentes para los puestos de peón y conductor son la falta de influencia en el propio trabajo (no se tiene margen de decisión, ni se puede opinar en el día a día sobre cómo hacer el trabajo), la claridad de rol baja (no se sabe el objetivo, ni el margen de autonomía real que se tiene en el trabajo), el conflicto de rol alto (han de hacerse tareas que se cree que deberían realizarse de otra manera), la baja estima (falta reconocimiento del trabajador como profesional) y las bajas posibilidades de desarrollo en el trabajo (se diseñan las ta reas de forma que no requieren poner en práctica conocimientos y habilidades ni adquirir nuevos).

Los delegados y delegadas clarifican a qué tipo de situaciones nos estamos refiriendo: “No nos dejan participar en las decisiones que se toman: ni en la cantidad de calles que te asignan, ni en el orden que las haces. Asociaciones, vecinos pueden proponer cambios de rutas, sin embargo el trabajador, nada”. “Empezamos mirando a la calle y terminamos mirando la calle. Mañana sabes que es lo mismo”, denuncia una mujer que trabaja en el puesto de peón. El conflicto que sienten los trabajadores debido a una deficiente organización del trabajo es importante, como muestra esta explicación respecto a la forma en que reciben las instrucciones: “Está todo en el plano. Si no lo sigues, puedes recibir una sanción, pero si hiciéramos lo que dicen los planos, no saldría el trabajo. No lo reconocen, lo haces corriendo el riesgo de que te pillen, y mientras te tratan como el tonto de la clase”.

El apoyo de los superiores es muy deficiente. Los trabajadores y trabajadoras no reciben la ayuda necesaria ni cuando la necesitan: “La obligación del capataz no es apoyar y reconocer, sino echarte la bronca. Pasar lista y ya está. Dar explicaciones de lo que te repercute, nada. El estilo de mando es el búscate la vida o el ya te lo miraré”, explica otro trabajador. La organización del trabajo supone la aplicación de criterios arbitrarios: “La empresa dice que el encargado hace los cambios por necesidades del servicio y en muchos casos será así, pero a quien cambia es arbitrario. Si nos quitan de una tarea y nos pasan a otra, cambia el dinero y a veces el horario”.

Y la inseguridad es alta. Teniendo en cuenta que en el sector hay un gran número de trabajadores y trabajadoras no cualificados y la actual situación de crisis, hay una gran preocupación por la pérdida de derechos y pérdida de empleo: “¿Qué haces si te echan?, ¿dónde vas con más de 45 años y 20 años barriendo? Hay mucha ansiedad y mucho miedo”, afirma uno de los delegados.

Las medidas preventivas

La acción preventiva que ha de emprender obligatoriamente la empresa es la misma, con independencia del tipo de riesgo, y pasa por la aplicación de los principios recogidos en el artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales: evaluar los riesgos que no puedan ser evitados, combatir los riesgos en su origen y adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como en la elección de los equipos y métodos de trabajo y producción. Y es posible implementar medidas preventivas para eliminar los riesgos psicosociales en los puestos de peón y conductor del sector de la limpieza viaria y recogida de residuos.

Implementar métodos de trabajo más participativos y en equipo

En algunas empresas se dan prácticas que permiten a los trabajadores decidir y aportar sus conocimientos: “Se pregunta a los trabajadores, y se pide al equipo asignado y al correturnos que acuerden la ruta en un plano determinado, estos se lo pasan al encargado y el encargado al que hace el plano, y la empresa al ayuntamiento. Y no estamos hablando de qué recorrido te apetece hacer hoy, sino de proponer ideas de mejora”. “Cada seis meses todas las propuestas de mejora que se han ido haciendo son planteadas por el encargado ante el ayuntamiento”, explican los delegados y delegadas. La extensión de estas prácticas a la mayoría del sector es fundamental. También se considera importante consultar a los trabajadores y trabajadoras antes de adquirir equipos, como los camiones o los contenedores, las papeleras, las bolsas de basura, etc., de forma que la plantilla pueda influir en las decisiones que se toman en relación a sus herramientas de trabajo.

Fomentar el apoyo

La expresión literal de los representantes es muy gráfica: “Hay que pasar del enchufismo a la profesionalidad”. Como medida preventiva se propone que los mandos intermedios sean elegidos por sus conocimientos del oficio, por antigüedad y habiendo superado unos cursos de formación que impliquen la verificación de que se tienen las aptitudes para gestionar personas.

Elaborar procedimientos que garanticen el trato justo y reduzcan la inseguridad

Hay distintas propuestas que facilitan que se instaure un trato equitativo: “Mediante la rotación de planos y funciones, cada dos dí as te toca plano y tarea distintos, a todos nos toca bueno y malo y lo conocemos todo”, explican los representantes de los trabajadores. Otra propuesta es la que se lleva a cabo en una de las empresas del sector: “Para que los cambios no sean arbitrarios y nadie pueda ser castigado y acabar con favoritismos, tenemos una bolsa de solicitantes de cambios (de servicio, promociones, horarios). Los criterios que se utilizan para gestionar los cambios son la fecha de solicitud, antigüedad y aptitud, entendida como haber superado un curso de formación que se ofrece a todo el mundo por igual”.

Recomponer tareas

Se trata de aumentar la variedad y complejidad de las tareas. En algunas empresas ya se ha hecho formación de pequeños mantenimientos de los equipos para que los trabajadores se encarguen, plantea una técnica de prevención. Un delegado propuso: “Que nos den más formación sobre temas concretos que nos pasan en la calle: uso de motosierra, quitar nieve, árboles caí dos, gestión de conflictos…, en lugar de crear una unidad de servicios complejos que podamos hacerlo todos”.

Puedes encontrar los materiales de esta acción en la web del pEx y en la de la Federación de Servicios Privados de CCOO.

*José Caballero es responsable de Salud Laboral de la Federación de Servicios Privados de CCOO, y Rafa López es responsable estatal del Sector de Saneamiento Urbano de la Federación de Servicios Privados de CCOO.