Por primera vez en España se está desarrollando un proyecto piloto de experiencias en ergonomía participativa. Cinco empresas valencianas de los sectores de química, alimentación, cerámica, automoción y textil están aplicando con buenos resultados el Método ERGOPAR.

En los últimos años, ISTAS ha estado trabajando en el desarrollo de un programa de ergonomía participativa para la prevención de trastornos musculoesqueléticos en los trabajadores, denominado Método ERGOPAR. El método se ha ensayado recientemente en un proyecto piloto llevado a cabo en cinco empresas del País Valencià. Este proyecto piloto se ha desarrollado en el marco de un acuerdo de colaboración del que han formado parte el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT), el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), el Servicio de Prevención UNIMAT-Prevención y el propio ISTAS.
El objetivo que nos ha movido a trabajar en una metodología de estas características ha sido el de promover formas de intervención preventiva que, partiendo de la participación activa de todos los implicados en el seno de la empresa, fueran lo más sencillas de implementar y eficaces para la resolución de los problemas ergonómicos que generan riesgos, daños y disconfor laboral.
Las cinco empresas que han participado perternecen a diferentes sectores de la producción (textil, cerámica, alimentación, automoción y química). Se trata concretamente de las firmas Berioska-Babaria (Cheste), Unisán XXI (Manises), Campofrío España (Torrente), Johnson Controls (Almusafes) y Beniplast- Benitex (Benigánim).
La aplicación del ERGOPAR en estas empresas ha sido tutorizada por un técnico de prevención con especialidad en ergonomía de cada una de las entidades colaboradoras y apoyada por técnicos de ISTAS. Se ha contado también con la participación, en cuatro de los grupos de trabajo, de tres técnicos de prevención del Gabinete de Salud Laboral de CCOOPV. En los comités de seguridad y salud de las empresas participantes había representación mayoritaria de CCOO en tres de las empresas y minoritaria en dos de ellas.
El proyecto se ha desarrollado a lo largo de un período de unos 12 meses entre 2010 y 2011, con el objetivo de identificar los factores favorecedores y las barreras para la aplicación de un programa de ergonomía participativa en las empresas, valorar la aplicabilidad del Método ERGOPAR y mejorar el procedimiento y los instrumentos de intervención propuestos en el mismo.
La intervención
La intervención en la empresa comprendía dos fases. Una primera fase en la que se establecían las bases de la intervención, aquellas que se consideraban condiciones de éxito; se presentaba el método en el comité de seguridad y salud, se acordaban entre la empresa y los trabajadores las características de la intervención, particularmente el ámbito de la intervención, y la composición de un grupo de trabajo en la empresa, denominado Grupo Ergo; se constituía este grupo y se realizaba una formación inicial a sus miembros.
En la segunda fase, la intervención propiamente dicha, el Grupo Ergo procedía al diagnóstico de los problemas (identificación de los riesgos y de sus causas) con ayuda de un cuestionario de riesgos y daños que se distribuía entre los trabajadores de los puestos de trabajo que pertenecían al ámbito de intervención escogido. Además se realizaban reuniones de trabajo para el análisis de las causas de los riesgos con dichos trabajadores. Si esta información no era suficiente para identificar las causas de los problemas detectados, se tenía previsto realizar entrevistas a informantes clave y visitas de observación a los puestos de trabajo, aunque esto no ha sido necesario en ninguna de las empresas del proyecto piloto.
Una vez identificados los problemas y sus causas, el Grupo Ergo procedía a la organización de círculos de prevención, formados por trabajadores de los puestos de trabajo afectados, con el objetivo de obtener un consenso sobre los problemas y sus causas y, sobre todo, un listado de propuestas de soluciones de mejora (medidas preventivas) para los mencionados problemas. El listado consensuado de soluciones era remitido en forma de propuesta al comité de seguridad y salud para la aprobación y planificación de la aplicación de las medidas. El Grupo Ergo estaba encargado de realizar el seguimiento de la aplicación de las medidas y evaluar su eficacia, pero como ello podía dilatarse en el tiempo, entre tanto, se planteaba la continuidad de la intervención proponiendo al comité de seguridad y salud un nuevo ámbito de intervención.
Dificultades
La principal dificultad encontrada se relaciona con la disposición a colaborar. Se puede llegar al acuerdo formal para la intervención, por diferentes motivos, pero cuando en las relaciones laborales predomina la disputa sobre el acuerdo, la aplicación del ERGOPAR, que requiere de trabajo en común y colaboración, se resiente e incluso puede llegar a fracasar.
Otra dificultad importante tiene que ver con la disponibilidad de tiempo de los miembros de los grupos Ergo para dedicarlo a las actividades que les son propias. La consecuencia de la falta de tiempo es que el proceso de aplicación del método se alarga, lo que puede afectar a las expectativas levantadas y generar sentimientos de decepción y frustración.
Resultados de la experiencia
La experiencia ha arrojado varios resultados positivos. Primero, que es posible aplicar programas de ergonomía participativa en las empresas si media el acuerdo de los trabajadores y la empresa, y que su aplicación es muy productiva y eficaz en términos de generación de propuestas de mejora adaptadas a los problemas específicos y a las condiciones de trabajo de la empresa. En las experiencias desarrolladas se han identificado entre ocho y veintiuna propuestas preventivas por puesto de trabajo, algunas de las cuales ya han sido implementadas y se han mostrado eficaces en la mejora de las condiciones ergonómicas en los puestos intervenidos.
Ha demostrado, también, que la colaboración de los distintos estamentos y agentes en el seno del Grupo Ergo para conseguir objetivos comunes de mejora de los puestos de trabajo promueve una mejora en las relaciones laborales existentes y en la cultura preventiva de la empresa. La implicación directa de traba - jadores, técnicos y directivos y su interacción en el análisis de los problemas y la búsqueda de soluciones proporciona un marco adecuado para integrar los diferentes puntos de vista sobre cómo las condiciones de trabajo afectan a la salud y sobre las posibles soluciones.
La experiencia llevada a cabo ha demostrado asimismo que la comunicación continua con los trabajadores implicados y la participación directa de los mismos, promovidas por el procedimiento de intervención, son garantía de su implicación en la búsqueda y propuesta de soluciones de mejora y que estas soluciones son más fáciles de aplicar y mejor aceptadas por todas las partes.
Finalmente, como consecuencia de todo ello, se ha podido comprobar que la participación directa de los trabajadores, y a través de sus representantes, incrementa su influencia en la toma de decisiones sobre los cambios necesarios para mejorar en las condiciones de trabajo y la salud de las personas afectadas.