Un nuevo 8 de marzo en el que se repiten las mismas reivindicaciones
A pesar de disponer de herramientas legales, estudios en profundidad, experiencias e instituciones de investigación para poder hacer de esta necesidad una realidad, las mujeres siguen trabajando en condiciones de desigualdad. Padecen problemas de salud derivados del trabajo a los que no se les da importancia y se derivan al sistema público de salud y, lo que es peor, no se actúa sobre las condiciones de trabajo que los provocan.