La realización de reuniones de planificación semanal y reuniones departamentales mensuales, propuestas como medidas preventivas por los delegados y las delegadas de prevención de CCOO, ha supuesto una mejora de las condiciones de trabajo. Esto es así porque dirección y representantes de los trabajadores las han diseñado conjuntamente como espacios en los que la empresa escucha e implementa las propuestas de cambio respecto del proceso de trabajo y servicio que realizan los trabajadores y las trabajadoras, sus protagonistas y máximos conocedores del día a día.
La experiencia sindical que contamos es la protagonizada por la plantilla de Europea de Cuinats en las instalaciones del FC Barcelona, una empresa subcontratada que realiza actividades hosteleras. Gracias al trabajo sindical realizado en todos los ámbitos y en salud laboral en particular, CCOO tenemos la mayoría en el comité de empresa, pese a los intentos de la empresa de desbancarnos con una campaña para desprestigiarnos y apostando por otra fuerza sindical en las elecciones del pasado año.
Aunque costó convencer a la dirección para que realizara la evaluación de riesgos psicosociales, lo conseguimos. La primera parte del proceso fue bien gracias al trabajo profesional del técnico de prevención, usando el método COPSOQ-psqcat21 (el istas21 en catalán). Nuestros problemas empezaron con el informe de resultados de la evaluación: tuvimos que poner una denuncia a la Inspección de Trabajo para conseguir tenerlo y poderlo llevar al sindicato para preparar nuestra plataforma de cambio de condiciones de trabajo. Los problemas continuaron con las medidas preventivas, A la empresa le cuesta aceptar todo lo que implica gastar dinero y nos quiere desgastar con la lentitud en la implementación de las medidas acordadas, por lo que tenemos que hacer un seguimiento constante. Pero el trabajo sindical de delegados y delegadas y el apoyo de trabajadores y trabajadoras y del sindicato nos ha permitido ser propositivos en todo momento y hemos conseguido cambiar la organización del trabajo y mejorar nuestras condiciones.
Reuniones de planificación semanal
Para nosotros y nosotras, una parte importante de los problemas se centra en los cambios de jornada y de tareas. Reducir la exposición a la inseguridad, mejorar la claridad de rol y la doble presencia han sido parte de nuestros objetivos prioritarios.
Los delegados y las delegadas propusimos hacer reuniones de planificación semanal en cada departamento. El Barça la empresa que nos subcontrata nos propone siempre eventos nuevos entre semana, pero nuestra dirección no lo comunicaba a la plantilla. Antes de implantar la medida te informaban de los eventos (si te informaban) el día de antes y no nos podíamos organizar. Para unos estos eventos eran horas extras, y para otros computaba como distribución irregular. Además, la asignación de los trabajadores y trabajadoras se hacía por amiguismo; acción discriminatoria que suponía una suma importante de dinero y un trato injusto, ya que nuestros salarios no son boyantes. Las reuniones semanales, como medida preventiva, implican un cambio en la asignación de las horas; se saben con más antelación y todo el mundo se entera a la vez. Te apuntas en una lista, se ve quién puede hacerlo y se reparte de forma equitativa y transparente.
En cuanto a la claridad de rol, exigimos un organigrama con nombres y apellidos, así como un documento donde se definen las tareas y responsabilidades para cada puesto. El objetivo preventivo es que todo el mundo sepa lo que la dirección le puede exigir y cuánto le tienen que pagar si le piden hacer un trabajo de un grupo profesional superior. Para su implementación tuvimos que acudir a la Inspección de Trabajo.
Reuniones departamentales mensuales
Esta es nuestra medida preventiva estrella, porque ayuda a abarcar muchos de los riesgos en los que estábamos peor: falta de influencia, falta de apoyo de superiores, esconder emociones, alto conflicto de rol o falta de estima. Se trata de democratizar la gestión del día a día en el trabajo, acabar con autoritarismos y permitir que los trabajadores y las trabajadoras digamos lo que pensamos sobre cómo hacer nuestro trabajo de forma más saludable y con mayor calidad.
Lo propusimos, y son reuniones de trabajadoras y trabajadores de base. Las convoca una vez al mes el responsable del departamento. Él o ella deciden la hora, el día y lugar en el que todos podemos asistir. Los delegados de prevención recogemos previamente los temas de los que quiere hablar el personal que son los que viven el día a día, los y las protagonistas, y nos encargamos del acta de la reunión, listando los problemas y los cambios propuestos por la plantilla. Así no se pierde nada y lo puede ver todo el mundo. La dirección de la empresa hace un acta de respuesta a las propuestas, que también queda por escrito y en la siguiente reunión lo explica, se moja. Hacemos seguimiento y en las ocasiones que nos dan una respuesta que no nos gusta, lo llevamos al comité de seguridad y salud, habiendo reflexionado antes con los trabajadores y las trabajadoras para cargarnos de razones y, así, dificultar la motivación de la negativa de la dirección.
De momento, aunque lenta, la cosa va bien. La voz de los trabajadores y las trabajadoras cuenta y hemos conseguido mejorar bastantes cosas. Además de reducir la exposición a los riesgos psicosociales, a los que nos hemos referido antes, hemos evitado la manipulación de cargas pesadas y la discrecionalidad en el uso de toros, formando a toda la plantilla de almacén para llevarlos, mejorado la ergonomía y reducido la carga de trabajo. Hemos cambiado la uniformidad de verano e invierno para que se adapte mejor a las temperaturas reales que soportamos; hemos conseguido adaptar la entrada y la salida de los trabajadores a sus necesidades del día siguiente de haber trabajado durante un partido en el estadio (tenemos un margen de hasta 3 horas de entrada y salida más tarde al día siguiente, para poder llevar a tus hijos al colegio o poder dormir). Hemos obligado a la encargada a realizar un check list de apertura con los targets del día a primera hora, lo cual supone que todo el personal de cocina podamos organizarnos con las tareas a lo largo de la jornada.
Hemos introducido como cometido de los encargados que nos garanticen todo el material necesario para el normal funcionamiento, además de estar disponibles telefónicamente. Podemos contar con personal de otros departamentos para ayudar en tareas logísticas. Y entre otras muchas cosas hemos logrado que se tengan en cuenta las ideas de las trabajadoras sobre las mejoras de producto y servicio al cliente (elaborar tarta del día y disponer de ella durante toda la jornada, fichas con información de los alergógenos de toda la comida que se sirve o bien tener menús equilibrados ).
En definitiva, conseguimos implantar medidas que optimizan la organización del trabajo, lo que ha enganchado a los trabajadores y a las trabajadoras, que ven mejoradas sus condiciones de trabajo y nos votan. Vale la pena. Se reafirma la confianza en nosotros, en el sindicato y nos da fuerza para seguir luchando para que se implanten más medidas preventivas. Para seguir trabajando por nuestros compañeros y compañeras. Para cambiar la organización del trabajo en la empresa desde la salud laboral. ¡Sí se puede!
*Joan Álvarez es mozo de almacén, Penélope Tudela es cocinera y ambos son delegados de prevención de CCOO; Montse Haro es asesora de Salud Laboral de CCOO de Catalunya, y Paco Galván es el responsable sectorial de Hostelería de la Federación de Servicios de CCOO de Catalunya.